16 agosto 2011

MAGICA REPUBLICA ANCAREÑA (5)





CONTOS, LEENDAS E HISTORIAS DA COMARCA DE ANCARES


Publicado íntegramente en marzo de 2006
MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA
actualizado en Mayo de 2011 se publicara por entregas
(Todos los Derechos protegidos ID.2402713)


-5-

... Para aquellos que se vieron obligados a emigrar...
seguro que los nombres de los guerreros les traerán grandes recuerdos.
No son todos pero los representan.
XARDONMANROFER


CITA EN CERVASOS




A finales del siglo IV, finaliza la hegemonía del imperio de los Cesares y es entonces cuando en los castros de las tribus Esvarios se viven profundos cambios. Muchos de los castreños se expansionan fuera de las fortificaciones y otros ocupan los castros abandonados por imposición del romano.
Los Ancareños que abandonan los castros levantan poblados en las cercanías de ríos, en las proximidades de fuentes y arroyos y en las faldas de los montes, alejados de ciudades.
Roturan el monte solo para cubrir sus necesidades; construyen refugios para ellos y sus ganados, bajo el mismo techo, a su lado, con el fin de aprovechar su energía calorífica y también para protegerlos de los depredadores.
Los Ancareños, últimos descendiente de los mágicos Esvarios, abandonados e ignorados por el romano, disfrutan de independencia y gozan su libertad lejos de los avatares de las decadentes urbes. Ésta situación no durara mucho y Evei, el sacerdote de Cheivenfei, verdadero adivino, es consciente del peligro que se avecina; al fin sucedió, el romano avasallador ha sucumbido, pero con él, cae la autoridad que mantenían sobre el territorio sus legiones.
Es más que evidente que ha dado comienzo la desarticulación de la administración del imperio. Muchas tribus emprenderán el camino de la guerra e incluso las más afines, se abalanzaran sobre las aldeas; no solo por pillaje, lo harán para expandirse.
Evei, el gran mago, no imagina, le ha sido anunciado en las vísceras del urogallo a tal efecto sacrificado, por ello reflexiona y entiende que no hay lugar para la duda, es necesario organizarse; hacerse fuertes para protegerse de los enemigos.
Defender la tribu, el territorio y las tierras en las que están asentados, preservar el modo de vida, resulta complicado para las poblaciones sin fortificar, y más aún, para los que no son habitantes de ciudades y sí moradores de aldeas, pues en ellas, las dificultades aumentan y las tareas defensivas no pueden acometerse de forma individual sin riesgo de fracasar: cavila, medita y llega a la única solución posible; citar a los clanes, convocar a las tribus hermanas.
El romano le había enseñado el camino cuando estableció alianzas con sus enemigos, incluso con muchas de las tribus vecinas, pactó antes que imponer: ahora, en la decadencia de su imperio, Roma se ve obligada a negociar alianzas con las tribus germánicas para proteger sus fronteras, así que no puede menos que negociar... y ofreció a Suevos, Vándalos y Alanos un pacto: aceptar la condición de amigos de Roma a cambio de tierras en Hispania...Evei no tiene ninguna duda de la aceptación del trato y sabe que vendrán...sus facultades de adivinación así se lo muestran.
¡Hay que llamar a la alianza a los Esvarios¡
Requiere la presencia de Veife que acude con prontitud: y al sonido del cuerno, se van juntando, entorno a la piedra blanca, todos los guerreros de Cervasos donde Evei, el verdadero adivino, les anuncia sus predicciones:
Malos vientos acechan nuestras tierras, se acercan poderosos enemigos que amenazan nuestras dominios: los hombres de nuestra raza han sido siempre libres, sin más dueño que su pensamiento; hemos estado luchando continuamente contra el romano, vencido a sus legiones y nos han vencido pero nunca hemos perdido nuestra dignidad, bravura y valentía.
Algunos de los nuestros fueron utilizados por el romano como esclavos, otros pelearon junto a ellos a cambio de obtener botín de guerra. Los hubo que fueron esclavizados y utilizados para remover la tierra para extraer oro para Roma, muchos, si no eran liberados, morían espada en mano, atacando a sus opresores, otros eran liberados por nuestros guerreros.
Aprendimos a cultivar el agro y a construir viviendas fuera de los castros en nuestras aldeas.
Trajo el romano la vid, y algunos de nuestros hermanos la cultivan, caminamos por las vías levantadas con sangre y sudor y con el tiempo nos fuimos adaptando, casí entremezclando.
¡Pero ahora nos encontramos con una situación bien distinta: los hombres contra los que nos tendremos que enfrentar son de nuestro tronco, vienen de nuestro pasado, traen en común, costumbres y dioses!.
El vuelo de los pájaros muestra que han aceptado los tratados con el romano e iniciado la marcha. Cuando lleguen, arremeterán contra las aldeas y poblados de las tierras llanas y de las tierras bajas, y también lo intentaran con nosotros. ¡Estad seguros¡
La ausencia de tropas del romano propiciara el descontrol, los asaltos, el pillaje y los saqueos. Las aldeas tendrán difícil la defensa, los castros serán más seguros y capaces para rechazar a los enemigos por ello ha llegado el momento de unificar nuestras fuerzas. Tenemos que defendernos, y aún más, si fuera necesario, atacar, es preciso establecer alianzas con las tribus vecinas, cuantas más, mejor. Hay que reunir a los lideres de los hermanos, amigos y enemigos. Es preciso aunar fuerzas, lograr acuerdos establecer alianzas. Los tiempos se avecinan difíciles y debemos evitar enfrentamientos entre nosotros. Hay que unirse; citareis a todas las tribus para la primera luna llena de la primavera, aquí en Cervasos. Pudiera ser que algunos os reciban como enemigos; no debéis de presentar batalla, puede resultar muy peligroso, pero es posible que evitando el enfrentamiento, logréis su adhesión; lo haréis en nombre de Cheivenfei del Guardián. Portareis el emblema de la Culebra azul bajo el que combatieron nuestros antepasados.
¡Ha si me ha sido revelado!
Mientras Weife, envía partidas de guerreros como emisarios a todas las aldeas y a los castros, incluso a los antiguos enemigos, citando y convocando para poner en común los conocimientos sobre sus enemigos y para establecer la alianza, la unión de los Esvarios, en el alto Rhin, Suevos, Vándalos y Alanos, obligados por los Hunos cruzan el río... y efectivamente, aceptaron el trato y emprendieron viaje... arrasando todo cuanto encuentran en su camino...
Entre los Ancareños no existe jerarquización entre los asentamientos; cada castro y cada aldea goza de independencia y de su propio territorio, este aspecto es esencial a la hora de federarse, como fundamental fue la intervención de los ancianos guías, Legan, Ebúl, Neira y Hor, que encontraron sentido a la unidad.
La llamada llegó a los confines de la tierra, más allá de donde llegaron los emisarios de los Evei: vinieron de todos los lugares: allí están, asisten a la cita. Patriarcas, guerreros, clanes y todas las tribus han acudido a la cita. Lla asamblea del solsticio de verano ha reunido a los mágicos Esvarios y a sus descendientes..
Largos días, noches cortas y esplendorosas, acogen a los descendientes de los Ladovis, Baedyles, Cabarcis y Eguivarri Namarini, llegados de todos los lugares para asistir a la cita. Es la primera luna llena de la primavera en los Ancares.
Han sido convocados para poner en común, los conocimientos sobre sus enemigos, para intercambiar opiniones, aunar las necesidades, defender los intereses y han acudido a la cita de los Ancareños...
Acampados en las praderas de Cervasos en torno a sus hogueras, agrupados por familias y clanes están los más grandes guerreros: Loan, Dogan, Quiro, Pear, Manzoi, Segan y Bubial, vienen del Medio Miño; Doade, Fontao, Vidual y Barrantes, provienen del Bajo Sil; Neira, Abragans, Langar, Laxe, Cascalla y Tourvill, llegaron de las Tierras Bajas; Louzara, Vila y Feixo, son montañeros del Orivio.
Valonga, Outariz, Buron y Veiro, vinieron de las Tierras Llanas, sus vestidos, más refinados, denotan un mayor contacto con el romano, sobre todo por las capas que las adornan, a modo de estola con pieles de armiño; Guilfrey, Vilouzan, Montan, Balsa. Lagos y Narón, Montañeros del Meda, llegaron con anticipación.
Belesar y Barla, son ribereños del Miño, manejan las artes de pesca; conocen bien la agricultura del romano no en vano fueron sus aliados. Hubo un tiempo en el que establecieron alianzas y guerrearon con ellos esto les permitió pasar de las cosechas de supervivencia a las explotaciones para comerciar con las ciudades y villas romanas, acudieron no sin esfuerzo.
Y que decir de Cruzul, Cadoalla, Ouselle, Valouta, Vimieiro, Vilasante, Vilpún, Trabado, Vilarello, Liber, Vilaver, Vallo, Ouson, y tantos otros asentados en las faldas de los Ancares que conocen el terreno palmo a palmo y salen al encuentro de los convocados. Barcia, Ribón, Vallo, Rao y Son, Sevane, Freixís, Alence, Torés, Doncos, incontables los guerreros cuyos nombres se cantan en las leyendas disputándose entre ellos la fama de sus hazañas y para proezas las de aquel hombre ataviado con una larga capa de lino y vestido con pieles burdamente cosidas que a su paso va despertado la admiración. En la cintura, a modo de espada, porta un corto cuchillo, sostiene en las manos un pequeño escudo de madera, cóncavo, el anverso forrado en piel; la cabeza protegida por un casco adornado con dos palas de macho de Gamo, una jabalina con la punta de hierro doblada en forma de arpón, con sus piernas protegidas por polainas de pieles de nutria, presenta una estampa soberbia de imponente guerrero.. ¡Es, nada más y nada menos que Courel, ¡El guerrero de Antarés¡, ¡Hijo de Evei, al que la leyenda le atribuye ser el padre del Sil!
A su lado, también objeto de todas las miradas, destaca por su vestimenta de legionario romano, bajo una capa caracalla Vimaredus; son muy pocos los que conocen que, a pesar de su romanizado nombre, es Ancareño. Guerrero laureado, sobre el que recae la responsabilidad de Ocellum Galaicorum y más aún, esta emparentado con Courel y mantiene excelentes relaciones con las aldeas vecinas.
No menos prestancia tiene Albion el más puro descendiente de los Eguivarri Namarini: nada ni nadie pasa desapercibido. ¡Están todos!
¡Si hay ausencias no se aprecian!, ¡aquí están los mágicos Esvarios en busca de la Unión!
Celebraron el encuentro, primero entre los guías; los grandes magos, Evei, el guardián circulo, Neira, de las Tierras Bajas, Legan de las Tierras Llanas, Ebúl de las Beiras del Eo y Hor, líder de los Oscos, fueron capaces de aproximar las posturas y dar sentido a la unidad, acertaron... y... constituyen el Consejo de Ancianos.
Los acontecimientos que les han llevado a coaligarse en igualdad y en libertad, fueron interpretados por Evei en la sangre y las entrañas del urogallo extraídas en presencia de los venerables ancianos, Legan, Ebúl, Neira y Hor, que participaron en la ceremonia del sacrificio ataviados con sus túnicas y caracallas, vestidos para la ocasión. El ritual dio comienzo al mediodía, en la piedra blanca de los sacrificios, ante los Esvarios que contemplan como los augurios son favorables y ven a los ancianos magos envolver a Evei con un respetuoso abrazo, y al unísono levantan sus brazos al cielo, reclaman la anuencia de los dioses y muestran su reconocimiento a la capacidad de adivinación de Evei.
Finalizada la reunión concertaron la asamblea, y en ella organizaron la Junta de los grandes guerreros y establecieron las bases de la alianza, generaron la conciencia de unión, fundamentada en la igualdad y en las tradiciones comunes: zanjaron y solventaron las diferencias del pasado, buscando ganar el futuro...
Así da comienzo la Unión de las tribus de la misma raza: nace una república en los montes Nerviasos; antes incluso de la imparable desarticulación del imperio de los cesares.
En la sacrosanta pradera los patriarcas, los guerreros, los clanes de todas las tribus que habían acudido a la cita, acordaron la federación, y en la gran asamblea de los Esvarios ¡Nace la mágica república Ancareña!
Tienen en común sus dioses, la lengua, los antepasados, y algunos, parentescos no muy lejanos. Las familias de los galaicos, los clanes y las tribus, “Esvarios,” aunaron sus necesidades; se agruparon a modo de federación y la federación los hace sentirse hombres libres, sin amo, cuidadores de la tierra; pastores del ganado y, además, agricultores.
Las praderas de Cervasos se llenan de alegría mientras las hogueras donde están cocinando las viandas, expenden su fragancia por los montes y laderas de los Ancares
Los mágicos Esvarios esperan el devenir del futuro de los Ancareños seguros de ganarlo unidos en la tarea...

en la siguiente entrega MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA -6- Tenemos EL OCASO DE UN DRUIDA