19 mayo 2009

IRMANDIÑOS

UN RELATO, ENTRE LA HISTORIA Y LA FICCIÓN, SOBRE EL LEVANTAMIENTO DE LOS VASALLOS CONTRA LOS SEÑORES FEUDALES DEL REINO DE GALICIA (EN LA EDAD MEDIA) ÁLLA POR EL AÑO 1467.


A HISTORY, BETWEEN THE HISTORY AND THE FICTION ON THE RAISING OF THE VASSALS AGAINST THE FEUDAL MASTERS OF THE KINGDOM OF GALICIA (IN THE AVERAGE EDAD) SOMEWHERE NEAR THE YEAR 1467.


PRIMERA ENTREGA




IRMANDIÑOS




A la ciudad de Betanzos
..."el levantamiento y hermandad que fecistes
con las otras ciudades, villas y lugares
y fortalezas del mi Reino de Galicia,
de que fuisteis causa y principio,
por servicio mío, teniendo mi voz".
Enrique IV rey de Castilla




PREAMBULO

Sí alguna vez has intentado confrontar hechos históricos pensando en lo que fueron, según unos y otros, lo que pudieron haber sido realmente, y como te habría gustado que sucedieran, probablemente, si fuera posible, irías a sus tiempos en busca de ellos. De ser así, en éste relato, mezcla de historia y ficción, puedes encontrarte en la segunda mitad del siglo XV en el Reino de Galicia, por aquél entonces sometido al de Castilla, durante el reinado de Enrique IV...Sube pues al caballo del pensamiento, déjate guiar por la fantasía y dirígete a la villa de Betanzos, allí podrás ver a Xoan Branco combatiendo a los más poderosos señores feudales del reino, luchando contra la tiranía y por la libertad...

Xoan Branco acudió al rey Castellano Enrique IV el impotente en demanda de ayuda para acabar con los asaltos y saqueos; quería terminar con la anarquía y traer la paz al reino promoviendo la creación de la Santa Hermandad. Lo hizo con la necesaria cautela para evitar el fracaso, tomó como referencia los sucesos acontecidos en 1431 protagonizados por Roi Xordo y su lucha contra el señorío de los Andrade.
Hechos que tuvieron lugar en los burgos de Betanzos y de Pontedeume, el corazón del señorío de los Andrade, cuando, Nuno Freire de Andrade, el malo, se encontró con sus vasallos sublevados, pues es tal la violencia con la que Andrade trata a la plebe, tanta la opresión y asfixia a sus siervos, que ellos prefieren morir de una vez que no poco a poco.

Xoan Branco cree que no son nobles los que tratan con tanta dureza a los vasallos, los que en su afán recaudatorio, llevan el hambre y la miseria a sus siervos... y cuando esto ocurre,... surgen los hombres audaces; jóvenes valientes y aguerridos; así surgió Roi Xordo, dispuesto a entregar su vida en busca de la liberación; y los siervos, cansados de ser tratados con dureza, azotados como esclavos, obligados al hambre, estallaron con furor e ira contra tanta ignominia. Roi Xordo se alzó en armas contra tan innoble señor, y marcharon contra él; fueron por sus palacios, algunos verdaderas fortalezas obtenidas de los bienes incautados a la Orden del Temple. Derribaron la de Betanzos y desde allí se extendieron hacía Lugo y Mondoñedo, y hubieran logrado acabar con el señorío de los Andrade, si éste no hubiera recibido tropas del rey de Castilla y la ayuda del Arzobispo de Santiago.

Tan innoble señor tomó venganza; persiguió a los rebeldes con saña, mostró toda su rabia con inigualable rencor, y durante años de feroz inquina y extrema represión, los arboles de las tierras de los Andrade, enseñaban para escarmiento los cuerpos colgados de los siervos insumisos, ...¡hay de aquél que osara darles sepultura!.

Nuno Freire de Andrade, hizo honor a su apodo, el malo; una vez derrotado Roi Xordo en las orillas del Eume, con sus aguas teñidas de rojo por la sangre derramada, persiguió durante años a los promotores de la insurrección; RoiXordo, consiguió salvar a su familia pero no su vida, encontró auxilio para su familia en el señor de Piñeiro, fidalgo de antiguo linaje quien acogió a sus hijos Alvaro y Pedro para criarlos y educarlos como si fueran hijos propios. Durante la dura represión murió pero con su ejemplo la gesta perdura en leyenda...

Con el transcurso de los años, los enfrentamientos entre la nobleza laica y eclesiástica, que vienen de antaño, van acrecentadose. Las gentes de armas, son ahora bandas que operan al servicio de los grandes señores feudales y lo hacen con fines delictivos. Las tierras del reino se plagan de conflictos; la alta nobleza, los ricoshombres y el clero, dueños de vidas y haciendas, luchan por aparentar más poder y riqueza que sus adversarios, estrujan a los vasallos, se entretienen en robarse unos a otros y se olvidan gobernar el reino.
Son los años de tiempos partidos, años oscuros en los que los señores feudales a la sombra de un monarca al que manejan a su antojo, acaparan todo el poder; reina la anarquía que no el rey, y hasta los merinos encargados de administrar justicia, causan más conflictos que resuelven.

La presión recaudatoria se hace insostenible, se suceden las tensiones, los robos y los saqueos.
Son en estos tiempos, cuando el mal se apodera de los hombres; los nobles pierden el honor, los reyes el sentido de gobernar, compran voluntades y favores, aceptan sobornos, nombran fidalgos a cuantos les resulta conveniente a cambio de beneficios económicos y los cortesanos no renuncian en perseguir y conseguir privilegios para no ser tratados de manera despectiva, rechazados o apartados de participar en la sociedad. El alto clero ejerce el derecho de pernada sin preocuparse de que con ello irritan a los grandes nobles, y hasta que extremo lo ejerció el arzobispo de Santiago Rodrigo Luna, que estos le conminaron a abandonar la mitra compostelana.

A su sucesor Alonso de Fonseca y Azebedo, sobrino del Arzobispo de Sevilla no le sirvió de escarmiento; no escarmentó, nadie escarmienta en cabeza ajena, y cegado en sus pasiones, recorre las tierras compostelanas para satisfacer sus deseos carnales y a sus múltiples amantes, en particular a María de Ulloa, que le proporciona hijo tras hijo; participa tan activamente en la política que sus enemigos, no se lo perdonan, censuran su vida inmoral para los miembros de la iglesia y más que soliviantados, le pagaron con la misma moneda que a Rodrigo Luna, lo apresaron y recluyeron.

Una vez más, el oscuro manto del mal cubre las tierras gallegas y así transcurren los años; mientras los pobladores huérfanos de gobierno, sometidos a los desmanes de sus nobles, contemplan como se desmorona el reino entre intrigas asesinatos y espolios...

En la villa de Betanzos, siete lustros después de Roi Xordo, los vasallos reaccionan, despiertan de su letargo; los hombres de la mar, los habitantes de los burgos y los campesinos que sufren por igual el trato vejatorio de los “señores feudales”, comienzan a preguntarse como liberarse de la explotación a la que están sometidos...Buscan y encuentran a Xoan Branco, vecino notable, hombre de sobresaliente inteligencia y excepcional poder, muy capaz para afrontar los problemas con audacia... Luchar por la libertad en un reino de ancestrales costumbres, dominado por los señores feudales, reyes sin reino, que esquilman y maltratan a sus vasallos y que tienen convertidas sus fortalezas en auténticos nidos de malhechores, es una tarea para titanes, y Xoan Branco no es ningún titan. Xoan es de los hombres que saben que la libertad y la justicia es tarea de todos y que para enfrentarse al mal, no basta con dar rienda suelta a la ira, es necesario contar con apoyos y con la unidad de las gentes. Ardua tarea le espera...
Para acometer la labor, decidió recorrer todo el reino en busca de aliados entre hidalgos y campesinos, es seguro que hay hombres capaces de combatir al mal...

Xoan Branco llegó a las orillas del río Piñeiro, al pequeño feudo de Lanzós donde viven desde hace años, tres jóvenes hermanados; Alonso, Pedro y Alvaro. Tres hombres robustos, aguerridos, forjados en común después de que Nuno Freire de Andrade; una vez derrotado Roi Xordo en las orillas del Eume, con sus aguas aún teñidas de rojo por la sangre derramada, persiguiera durante años a los promotores de la insurrección.

El hidalgo Roi Xordo no claudico en batalla; murió durante la dura represión, aunque encontró auxilio para su familia en el señor de Piñeiro, fidalgo de antiguo linaje, quien acogió a sus hijos Alvaro y Pedro para criarlos y educarlos como si fueran hijos propios: Así crecieron juntos, como hermanos, bajo la protección del señor de Piñeiro, y así fue como a su muerte, Alonso heredó de su padre, además de títulos, tierras y obligaciones, el sostenimiento de los hermanos Pedro y Alvaro.Así fue también como los hijos de Roi Xordo fueron educados y preparados para que la muerte de su padre no fuera en vano...


Alonso, nació fidalgo de sangre noble; desde sus inicios, siervos y campesinos le reconocen y respetan, más no le temen, pues conocen de su sentido de la justicia y del cumplimiento de sus obligaciones de caballero. Alonso hijo y nieto de fidalgos de noble sangre, puede acreditar el título de fidalgo “more nobilium” y la concesión del hábito de la Orden Militar de Santiago; capa blanca sobre las que campea la roja cruz gladiforme, el emblema de la Orden. Él es de los caballeros casables; devoto del Apóstol al que se encomienda y del que obtiene protección celeste.
Su caballo y armas siempre están dispuestos a fin de acudir al instante a la llamada del Rey, pues mantener el caballo y armas y recibir preparación militar es obligación de caballero.
Alonso heredo de su padre, además de tierras y títulos, obligaciones, y entre ellas, el cuidado, protección y sostenimiento de los hermanos Pedro y Alvaro, hijos de Roi Xordo.

El señorio de Piñeiro, aunque pequeño, es suficiente para colmar sus necesidades; incluso está exento de pagar algunos tributos al rey, aunque no al obispo y el obispo no conceda demora en el cobro de sus rentas, no renuncia a sus privilegios y aún le parecen pocos. En el vecino señorio de Mora vive una joven y hermosa dama, Ilduara; la fama de su belleza es grande y reconocida. Alonso de Lanzós está profundamente enamorado, desea desposarse con ella y concierta el casamiento. El señor Obispo, quiere ejercer su derecho de pernada; Alonso solicito ser eximido pues muchos renuncian a ejercerlo a fin de evitar conflictos, simulaban pasando la pierna por encima de la doncella... pero Ilduara había desatado la pasión del Obispo, siempre dispuesto a ejercerlo...Y el joven señor de Piñeiro se revela y alza su espada contra el señor obispo; el señor obispo responde con hombres armados. Hombres de armas, bien entrenados pero faltos de honor y Alonso de Lanzós, Alvaro y Pedro juntan gentes para su defensa, rechazan y ponen los en franca huida, en adelante, señor Obispo, se lo pensara muy bien antes de volver a provocar al señor de Piñeiro...La gesta llegó a Xoan Branco y partió en su busca sin perdida de tiempo...estos, si son hombres aptos para luchar contra el mal...Al cuidado de la encomienda de Portomarin, guardián del camino, Sueiro de Noguerol, recibe la visita de Xoan Branco vestido con su túnica de sayal con capuchón

y su cruz en forma de tau que muestra su ascendencia templaria. Sueiro está siempre dispuesto en atender a los peregrinos y en velar por ellos. En Portomarin, su jurisdicción, andan los cerdos sueltos para ser alimentados por la gente común y una vez sacrificados su carne se destina a los hospitales de peregrinos. Su fama de hombre bueno y justiciero viaja de boca en boca...Xoan Branco y Sueiro de Noguerol apenas tuvieron que hablar sobre el modo de luchar contra la ignominia, su afinidad justiciera, su manera de pensar, la forma de acometerlo son coincidentes...sintonizan, ambos, piensan que para luchar contra la avaricia de los “señores feudales” que no respetan monasterios, conventos o iglesias, que agreden a los burgos, a la nobleza y a los eclesiásticos medios, a los oficiales reales, a los vasallos rurales y acabar con la tiranía y la anarquía que sufre el reino es necesario la unidad y este pensamiento los une y hermana...

Xoan Branco sigue su recorrido reconfrontado por la amistad de Sueiro...para acercarse a los dominios de Pedro Bolaño de Ribadeneyra...


Pedro Bolaño de Ribadeneyra, novicio de la Orden de Santiago, emparentado con Pardo de Cela, recluta hombres y armas en las tierras de Cervantes, para defenderse, dado que allí en la montañosa jurisdicción que gobierna, los malhechores encuentran fácil refugio... abraza a Xoan Branco y a su causa sin preocuparse de contrariar a su suegro “el Mariscal”...prometió por su honor de caballero perseguir a los malhechores y criminales. El señor de Ribadeneyra, descendiente de noble linaje templario, muy respetado por sus vasallos, juró, conforme a sus votos de caballero, contribuir a la formación de la Santa Irmandad.


Por donde el río Loio converge con el Miño, en el mosteiro del abad Quintila, antigua bailía templaria, cuna de la de los caballeros de la Orden de Santiago; y, cual si fuesen peregrinos, convocados por Xoan Branco, acudieron los fidalgos caballeros Alonso de de Lanzós, Sueiro de Noguerol, Pedro Bolaño de Ribadeneyra, Osorio Manrique y los hermanos Pedro y Alvaro Roi Xordo hijos del mítico Roi Xordo. Llegarón con el fin de acabar con las partidas de saqueadores, dar respuesta a los desmanes de los nobles y terminar con sus abusos....Xoan Branco tras, meses y años ocupado en la tarea dando sentido a sus ideales; empeñado en aglutinar a las gentes de diferentes condiciones...ve como dan fruto y...Con pausada voz se dirije a los reunidos:

Somos un reino sometido al de Castilla, y el rey para sostenerse en el trono, está enfrascado en luchas con sus nobles, despreocupado de cuanto acontece en nuestra tierra, por ello se hace necesario que atendamos nosotros mismos la defensa de personas y bienes. Debemos obtener licencia para crear grupos armados, no tenemos otra alternativa. Necesitamos traer el orden a nuestra tierra, acabar con crímenes y robos, recaudar medios en los concejos para armar a las gentes y perseguir a los malhechores y criminales hasta donde sea necesario. Los procuradores castellanos han formulado propuestas para la creación de milicias que protejan el comercio y faciliten el transito por los caminos. Galicia precisa formar hermandades pero, en nuestro caso, fundar milicias armadas exige actuar con mucha cautela; por un lado debemos evitar que llegue a conocimiento de nuestros gobernantes y por otro hay que convencer al rey Enrique para que las autorice.Y allí se conjuraron en hermandad para defenderse de la tiranía de los señores feudales e ir en busca de la liberación......allí, en el mismo lugar en el que los caballeros reclutados por Frey Pedro Fernández, Maestre fundador de los Caballeros de Santiago, crearon una orden para defender la fe, se juramentaron los caballeros irmandiños...

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