Os Ancares, algo más que una sierra
Mucho se habla de la sierra de Os Ancares, también se escribe, antes y ahora pero parece que nadie quiere recordar que hasta no hace muchos años vivíamos, malvivíamos para ser más concretos, apartados, aislados e incomunicados la mayor parte del año. "Genuina segadora de Hierbas" |
Tras una cruenta guerra civil y una larga posguerra que hasta los Ancares alcanzo agravando aún más las difíciles condiciones de supervivencia, muchos de los habitantes optaron, optamos, por emigrar dejando atrás tanta penuria. No es difícil imaginar que por delante no nos esperaba un camino de rosas; algo más complicado resulta comprender, en sabiendo, como se sabe, que no hay peor tierra que la que no te da de comer, como sentimos tanto aprecio por las tierras que nos vieron nacer. ¡Es la magia! ¡Se puede creer o no creer pero no dudar, en estas sierras habita la magia! ¡Hoy lo saben la mayoría de los gallegos y muchas más gentes! ¡De ello somos culpables los emigrantes!
Os Ancares fascinan a sus visitantes, sin duda se dejan seducir por la esplendida vegetación y se sienten atraídos por los paisajes que muestran las Aldeas incrustadas en las faldas de las escarpadas montañas y los valles profundos con ríos trucheros bordeados de sauces, bosques de robles, castaños, nogales, y gentes... gentes que aún hoy, parecen de otros tiempos. Os Ancares para el turismo son deslumbrantes, idílicos, pero Os Ancares son algo más; son tierras habitadas por más de 16.000 almas diseminadas en los más de 1000 Km2.
Moderno arado del Siglo XX |
“Os Ancares” son una “joya” para el visitante y un calvario para sus habitantes...son algo más que la sierra que da nombre a la comarca.
En la zona montañosa del sureste de Lugo, en Os Ancares y también en O Courel, Baleira, A Fonsagrada y Triacastela, hasta hace poco, las aldeas y pequeñas entidades de población permanecían incomunicadas y aisladas, por las nieves en los crudos inviernos y el resto del año, por no contar con carreteras. Carecían las casas de agua corriente y de luz; eran los tiempos del candil y el carburo, del arado romano.
Mucho hemos cambiado y es bueno recordarlo; lo que fue, ha sido, y lo que es, es, que por no desear acordarse, no vamos a dejar de reconocer nuestro pasado marcado por una alto grado de analfabetismo y una gran pobreza. “No puede tener esperanzas quien no tenga recuerdos” escribió Unamuno.
Mientras unos tenemos depositadas nuestras esperanzas en la creación del Parque Natural de Os Ancares, simplemente para obtener beneficios “colaterales” dado que no estamos incluidos dentro de los limites del proyecto del parque, otros no tienen claro las ventajas o los inconvenientes de la calificación del área por entender que acarrea muchas restricciones. ¡Qué pena que no estemos dentro de los limites del Parque!
¡Qué pena que el Parque Natural Os Ancares no sea un Parque Nacional y abarcara todas las zonas de nuestras montañas!
Preservar nuestro medio natural y nuestro patrimonio etnográfico no tiene que significar un sacrificio. Se pueden tener buenas comunicaciones, viviendas confortables e instalaciones, sin agredir al medio natural que es nuestra mayor riqueza. Conservar nuestra arquitectura popular: iglesias, capillas, pazos, castillos, hórreos y nuestros castros, es la mejor oferta que podemos hacer a los visitantes y ellos, a buen seguro, la fuente de ingresos para nuestra economía.
1 comentario:
Tamén a vida dos gandeiros e os aldeas en xeral pode mellorar e aportar a sua sabiduria ao futuro dos Ancares, a pena que non teñan a visión de que a serra xa non pode vivir aislada, é que ten que seguir o camín que marcan os novos tempos.
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