25 junio 2009

IRMANDIÑOS -Cuarta entrega-

CONTOS, LEENDAS E HISTORIAS DA COMARCA DE ANCARES

"viniera un corregidor...
el qual por mandado del dicho rey
fiziera juntar la dicha gente común en la dicha hermandad
e fiziera alcaldes en ella y les dio baras de justicia
para que castigasen los malhechores
e para que derrocasen las fortalezas del dicho Reino"...


Y el tesón de Xoan Branco y los caballeros Irmandiños fructifico; la demanda de la hermandad prosperó y los corregidores de Castilla enviados por Enrique y su Corte, acompañados de gente a pie y a caballo, aunque pocos, llegaron...

El comendador mayor de León Frey Alonso de Cárdenas y el Gran Maestre Beltrán de la Cueva, Condestable de Castilla, apoyan la la creación de milicias armadas; la Orden velara para que los ejércitos populares sean fieles al rey Enrique; los monjes caballeros, obedientes y disciplinados soldados, abandonan los oficios monásticos para patrullar los caminos, deben combatir “para dar orden en aquellos robos e guerras que en el reino se facían”...y los Caballeros con el hábito de la Orden Militar de Santiago, abandonan sus retiros; salen de San Miguel de Canedo y de Santiago de Sigrás para encontrarse con Frey Alonso de Lanzós en las proximidades del río Xallas a su paso por Santa Comba. Las diócesis de Tuy hierbe … hierben en deseos de libertad; y Muros y Noia...
los prelados son victimas de la avaricia de los grandes nobles...

Betanzos... Betanzos, es ya ciudad realenga, de las del rey; tiene voto en las Cortes de Salamanca, su propios fueros y su propia justicia.
Mandado por el rey, el corregidor, Rodrigo Nuñez, llega con hombres armados, de a pie y caballeros; y en el concejo abierto de
"Flavium Brigantium" los betanceiros eligen a Afonso de Carvallido, para que el corregidor le entregue el atributo del poder, el bastón de mando ¡la vara de la justicia!, y en presencia del corregidor, nombran cuadrilleros, aclaman a Xoan Branco; vitorean a los caballeros de la Santa irmandad, ¡Viva a Santa Irmandade! ¡Viva el-rei!... y al igual que los betanceiros, la gente común, se juntó en “Irmandad” y formaron milicias populares, amparadas con permisos reales y estatutos, al mismo tiempo y del mismo modo, en las villas del Reino de Galizia, eligieron a los regidores, establecieron las cuotas para su financiación y nombran alcaldes...y mientras se celebran los actos constituyentes irmandiños en Pontedeume, Ferrol y As Mariñas, mostrando el apoyo del rey, pregonando la hermandad, los señores feudales se revuelven inquietos en sus sillas, más que nadie, Pedro Álvarez Osorio conde de Lemos, contrario a la creación de las hermandades...quien ve venir la semilla de la semilla de la liberación...la simiente está lista para ser distribuida... el embrión se organiza...y empiezan por constituir la Junta general de hermandades...Nace la Santa Hermandad del Reino de Galicia...

En el Hospital Sancti Spiritus de Melide, el frió mes de Marzo de 1467 recibe a los alcaldes Irmandiños y acuerdan los nombramientos de capitanes; estipulan los ámbitos de actuación legal de las tropas agrupadas en cuadrillas. Pactan acudir en mutua ayuda; auxiliarse entre las hermandades para evitar la huida de los malhechores.

Por primera vez se reúnen las jurisdicciones Irmandiñas y asumen las atribuciones de Justicia, Ejercito y Hacienda en nombre del rey, una nueva estructura económica, política y administrativa, un nuevo orden para castigar robos y saqueos.

La Junta General de Hermandades acuerda “que las fortalezas deben ser entregadas a la Santa Hermandad...y sé eligen los dirigentes; en primer lugar, a los alcaldes para ostentar el máximo poder judicial y ejecutivo, después, a los procuradores encargados de poner en practica los acuerdos de la Irmandad y actuar en su representación y a los cuadrilleros que serán los que dirijan los grupos armados. Se aprueban las cuotas de financiación y se nombran factores para custodiar los fondos; en adelante los robos y los saqueos no quedaran impunes... y capitanes a Lope Sanchez de Moscoso, Luis Osorio, Pedro y Alvaro Roi Xordo, Alonso de Lanzós, Sueiro de Noguerol, Pedro Osorio Manrique, Pedro Bolaño Ribadeneyra y además Xoan Branco es proclamado gran capitán.

De ahora en adelante, los crímenes, grandes y pequeños, serán juzgados de forma sumarísima, aplicando de inmediato las penas.

Al poder asumido por los alcaldes irmandiños, están sometidos sus capitanes y cuadrilleros y es pregonado "en todas las villas y lugares del Reino de Galizia" con los los corregidores de Castilla presentes; ellos son los mediadores que trasmiten a la nueva institución “las varas de justicia”: insignias de autoridad, varas de hermandad pintadas con saetas que simbolizan el máximo poder judicial y ejecutivo... y no tardan en comenzar a castigar malhechores... en nombre del rey y de la Santa Hermandad que es quien posee los permisos reales y los estatutos...

Las villas del reino se preparan, las herrerías empiezan la fabricación de las armas necesarias para armar a los campesinos; siempre a espaldas de los señores feudales... gentes de la mar, gentes de Arousa, Muros, Noia, Compostela, Betanzos...gentes que quieren dar respuesta a los desmanes de los nobles y a las partidas de bandoleros...necesitan organizarse y... la revuelta se pone en marcha...las gentes del campo, de la mar, de las villas, de los burgos, muchos hidalgos de nobles sentimientos, curas de aldeas, canónigos, monjes...merinos cabales ... prestan su saber y ayuda... Las necesidades unen, crece el espíritu de hermandad...

...Es primavera, se yerguen los ánimos de libertad y las gentes de las villas del campo y de la mar; los canónigos, curas de aldea y los caballeros que no habían perdido sus virtudes, se alzan en armas contra aquellos innobles señores.

Prendió la llama de la insurrección en Castelo Ramiro; las gentes ven al mal viviendo en la fortaleza: en Castelo Ramiro, el demonio, en las noches monta en su corcel negro y acompañado por sus servidores cabalga sin cesar; rapta doncellas, asesina al que se le opone y se apropia de todo lo que resulte de su interés... Los los campesinos, los canónigos de la catedral, los curas de las pequeñas aldeas del concejo y la burguesía urbana de la hermandad, quieren terminar con su vasallaje, no pagar más rentas que los foros, acabar con el demonio, expulsar al mal del reino, y sitian la fortaleza hasta derrocarla y Nuno Dousende, alcalde de la hermandad de Ourense, guiado por el clamor popular, sin esperar ordenes superiores, decidió hacer justicia, acabar con el malhechor, sacar de su refugio al sicario de Alvaro de Soutomaior, usurpador de la fortaleza episcopal de Castelo Ramiro: ella es la fuente de los males y de los daños, así lo cree la gente común y los campesinos de la zona...Así lo creen en todo el reino; asocian a los dueños de las fortalezas con los malhechores y no les falta razón pues los señoríos eclesiásticos y los laicos son insaciables, y no solo en la recaudación de tributos; se apoderan de posesiones sin dudar en emplear la fuerza...y en huracanados vientos, los agravios acumulados, estallan con ira; los aires de libertad surcan el reino de Galicia...y...Puesto que los daños y los males provienen de las fortalezas... para acabar con el mal se hace necesario derribarlas: demolerlas piedra por piedra... y a ello se pusieron...

La Santa Hermandad, los caballeros irmandiños, van en busca de los malechores escondidos en los bosques para juzgarlos y castigarlos como se merecen...El mal y los malhechores, temiendo al nuevo orden justiciero, buscan refugio en las fortalezas pensando en que son inexpugnables; redoblan sus efectivos y se creen imbencibles...

Los “irmandiños” Buscan y encuentran en sus casas todo aquello que pueda servirles de arma para sacar el mal de sus fortalezas...forman ejércitos de milicianos, se juntan las hermandades de las distintas jurisdicciones para asaltarlas, movilizándose ordenadamente para acometer los asedios...

Y ya puestas en este estado las cosas...la mejor forma de acabar con la ignominiosa tiranía, es sin duda; derribar las fortalezas...y de aquellas que no sean entregadas a la Santa Irmanda “no quedara en ellas piedra sobre piedra”...

La Santa Hermandad lleva por bandera la Justicia. Si de ganar se trata, todo es licito, todo vale, pero al final del enfrentamiento todos pierden; los Irmandiños, nada tenían que perder, guiados por el espiritu de sus caballeros; fidalgos e infanzones que no abandonaron sus virtudes, no querian ganar, ni venganza; querian justicia y comenzar a aplicarla.

Las “Varas de Xusticia” que portan los Alcaldes marcharon por lar tierras del reino, fueron tras los saqueadores para juzgarles y como ellos buscaron refugio tras las piedras de los muros de los castillos de sus señores, allí se sentian seguros, y como sus amos negaron la autoridad a la Santa Hermandad y les hicieron frente: los Caballeros Irmandiños, en nombre del rey, las sitiaron, asediaron y derribaron. Y no pararon... las gentes fueron convocadas a la insurrecion y acudieron con espadas, lanzas, ballestas, martillos y picos con los que derribar fortalezas ...


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