12 febrero 2011

LUGO, Y LOS TRES “POCOS”


Lugo se promociono hace algunos años con una gastronómica frase “Para comer Lugo” que funciono bastante bien posiblemente porque a todos agradaba o contentaba lo que no sucede ahora que ni hay acuerdos en los “eslogans” publicitarios. Andan los sectores del comercio, la hostelería y el turismo culpándose los unos a los otros de los tres pocos: pocos visitantes que vienen, poco tiempo se quedan y poco dinero que gastan y no son capaces ponerse de acuerdo en quien tiene que conducir los planes de futuro o quien tiene la culpa de que ahora no funcione.

No me dedico al turismo; más bien soy un ignorante en esta materia pero me parece que Lugo no sabe venderse; teniendo, como tiene, mucho que ofrecer, es casí desconocida, incluso, para sus vecinos más próximos. Son muchos los que desconocen la existencia de la muralla romana aún siendo Patrimonio de la Humanidad.
En esto del turismo, quien más, quien menos, alguna vez fue conducido por una buena campaña publicitaria a lugares de dudoso interés, mientras que la gran mayoría de los visitantes de Lugo se acercan a recorrer su muralla atraídos por los comentarios de amigos y conocidos.

LA MURALLA SEPARA LO ANTIGUO DE LO MODERNO
Mejor sería olvidarse de los “tres pocos” y no escatimar en gastos para promocionar una ciudad, cercana a todos y de las que no creo que haya muchas, ni en España, ni en el Mundo, con un fabuloso tesoro, una muralla de hace dos mil años. ¿A quien no le gusta recorrer 2200 metros pisando sobre las huella de aquellas cuadrigas romanas?

Se dice por ahí que no te puedes ir de Lugo sin verlo, no puedes pasar sin verlo y otras muchas frases; aquí va la mía. Lugo, Villa de Muralla Maravilla. 
Lugo te está esperando y los lucenses estarán encantados de recibirte