29 julio 2011

MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA (4)

Publicado íntegramente en marzo de 2006
MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA
actualizado en Mayo de 2011 se publicara por entregas
(Todos los Derechos protegidos ID.2402713)
-4-


La magia parece que actuó sobre la primera publicación de esta entrada;
difumino las fotos y el texto y sin saber como,
de un día para otro...desapareció incluso la especial dedicación
a las gentes del Concello de Baralla
XARDONMANROFER





Las tierras altas de los Erviasos y Nerviasos, no son otras que los actuales Ancares y en ellos se encuentra el castro de Cervasos donde se vive una frenética actividad. Es un día radiante especialmente para Weife, el domador de toros, valeroso jefe guerrero que no es capaz de mantenerse sereno pues se halla perturbado desde el momento en que su mujer entró en el Painen, así se llama al lugar de los partos, donde alumbran las mujeres de la tribu y que está preparado para cuando es necesario.

Es increíble y parece mentira; el temible guerrero no cesa de rondar con la maza en la mano, alterado, nervioso, deambulando sin rumbo, tan irascible que nadie osa dirigirle la palabra y menos acercarse. Reina el ajetreo y llega con nitidez el llanto de la vida, el alarido de la feliz maternidad, suena con fuerza, es el indicador inconfundible que anuncia la llegada de una nueva vida y más aún, ¡Es varón! Weife siente la euforia de todo progenitor; se encuentra satisfecho, colmado, la estirpe de su sangre tiene sucesión y heredero.
En el poblado, los gritos de jubilo estallan al unísono, el jefe de los guerreros, encantado con su paternidad, es zarandeado repetidamente con alborozo y al tiempo que las mujeres abandonan el lugar de los partos con la madre; feliz mujer que cumple con la esperanza de perpetuar la familia.
Los hombres se entregan a festejar, mientras las mujeres del castro que han asistido a Ecle durante el alumbramiento, lavan al niño con las aguas de manantiales de nueve fuentes que fueron almacenadas en nueve vasijas y recogidas al alba; calentadas y ahumadas con muérdago, conforme al ritual de los antepasados, así él recién nacido, sera protegido por los espíritus de las aguas y respetado por ellas.
Cesa el vapuleo de Veife cuando las manos extendidas de Ecle le entregan al vástago, entonces, en su rostro relajado, puede apreciarse nítidamente, como la ternura ha invadido su cara; el feliz padre levanta la vista al cielo, alza al niño y emite con fuerza Hei...iíí... Cheivenfeiiiii” ...Y resonó por todos los valles.
Con el niño en sus brazos se dirigió a Evei y, el sacerdote, al pie de la Gran Piedra Blanca y cuando los rayos del sol centellean sobre ella, clamó,
¡este es mi nieto, Eifen, hijo de Veife, protégelo y haz que su vida sea guiada por tus estrellas!. El Guía, guardián del Circulo, el poderoso mago Evei, deposita al recién nacido sobre la piedra y reclama la protección de Cheivenfei, ruega a los genios y los Dioses menores que amparen a su nieto.
Tras este ritual, en Cervasos el sol brilla con más energía.
¡Ha nacido un guerrero! Y con él, los Ancareños, los sucesores de los Esvarios y lo festejaron, siendo bendecidos por días luminosos y noches estrelladas, hasta el Alba se vistió con sus trajes más esplendorosos...
Pasan los años en los Ancares, entretanto la vida discurre con normalidad en Cervasos viendo el pasar de las noches y los días y el crecer de Eifen, hijo de Weife, nieto de Evei que es ya todo un hombre, grande, fuerte y ágil; bien entrenado, osado y valiente. Goza de gran prestigio como cazador de osos y recorre con ansia las tierras ancareñas en busca de aventuras: su atrevimiento es tal que le lleva a realizar expediciones de caza en solitario a los lugares más insólitos y lejanos. Para él todo es aventura y aprovecha cualquier circunstancia: en esta ocasión ha dado muerte a un enorme oso pardo y cuando, enfrascado en desollarlo, es atacado por una enfurecida osa a la que logra dar muerte, tras larga lucha, saliendo tan mal parado que hasta perdió los sentidos. Por ventura, poco a poco fue recobrándose aunque estaba herido de gravedad; como buenamente pudo, arrastrándose entre la frondosa vegetación, logró evadirse del lugar en busca de un refugio en previsión de más ataques.
Ha pasado la noche oculto y en silencio, soportando estoicamente los dolores cuando un gratificante sonido de agua llama su atención, como buenamente puede se encamina hacia su procedencia. Aparta las ramas del saúco, y ante sus ojos aparece un verde prado, el más hermoso que ha visto, al fondo, frente a él, formando una cortina de agua formada por chorros que vierten en cascada sobre un cristalino lago. A duras penas consigue incorporarse, trastabillando se dirige a ellos pero agotado por el esfuerzo, cae sobre la blanda hierba, inerte, desmayado.
Cuando recobra la conciencia, se halla rodeado de Dríadas que le están contemplando asombradas, tienen sus brazos extendidos sobre su cuerpo y no tardan en levantarlo, con suma facilidad, como si de una pluma se tratara, lo transportan tras los chorros, por una escarpada senda, hasta la angosta entrada de una gruta, y desfallece.
Al pasar el tiempo, ante el calor del fuego, cuidado por la ninfa del agua, Valda, su protectora, la que inspira a su abuelo Evei, recupera los sentidos, mirando incrédulo a la hermosa Dumia, ungiendo sus heridas, prestándole amorosos cuidados. Su amada que ha permanecido sin apartarse de su lado durante los días y noches en los que estuvo luchando por su vida, yendo y viniendo en sueños al “otro lado”... Nunca supo como fue capaz de regresar al castro.
En los Ancares también hay tiempo para el amor y en Cervasos surge entre los jóvenes libre y espontáneo. Las historias se suceden. Dumia la más hermosa de las hijas de Viar, el gran pastor, se encuentra pastoreando el ganado; ella no lo sabe, pero esta siendo observada. En la espesura del bosque, Eifen la esta mirando con embeleso. Permanece inmóvil, escondido en la frondosa vegetación pero no es el único que acecha. En la espesura boscosa, unos extraños movimientos, llaman su atención y le llegan los sonidos de osos, y efectivamente, puesta a dos pies, oteando, hay una hembra de oso de pelaje pardo. El carnicero mamífero, olfatea el ganado y junto a ella hay dos crías, el riesgo es inminente, Eifen no duda, rápido se acerca a su caballo, extrae la pértiga con la larga y afilada punta de hierro, arma su brazo mientras, acuciada por el hambre, la osa sale de la espesura tras los vacunos desmandados, en su necesidad de comida no advierte la presencia del hombre, ni el peligro que para ella representa. La vara sale del potente brazo de Eifen, firme y veloz; penetra por la espalda del plantígrado, atravesándolo por completo, el plantígrado se revuelve con un rugido de muerte y cae inerte ante Eifen. Los oseznos se acercan a la hembra, prácticamente muerta, no les importa la presencia del humano, lamen su sangre intentando cerrar las heridas. Eifen, aprovecha la circunstancia para capturarlos y laceados los sujeta para evitar su huida.
Dumia, ha contemplado la escena paralizada, sin dar crédito a lo que esta viendo, incapaz de reaccionar y cuando los brazos de Eifen rodean su cuerpo, se ciño a él buscando amparo. Eifen no desea otra cosa que abrazarla, arroparla, protegerla y mostrarle todo el amor que lleva dentro. Con enternecedor cariño, acariciando su pelo, sintiendo palpitar de su corazón, el tiritar de su cuerpo, se afana en calmar a la asustada mujer y ella, sintiéndose protegida, va relajándose, entregándose a las sensaciones del cuerpo, sin contenerse, y liberando los instintos, ambos jóvenes rodaron entrelazados por el verde prado. Se entregaron a satisfacer el deseo de sus cuerpos, las sensaciones y los estremecimientos no saciaban sus apetencias, empapados en los sudores, exaltados y apasionados, no concluyeron de amarse hasta quedar extenuados, profundamente dormidos.
A la mañana siguiente, Veife y su hijo Eifen se dirigieron a la palloza de los Viar para pactar las condiciones de la unión de los jóvenes, dando paso a grandes festejos.
Establecido el oportuno convenio, Dumia paso a pertenecer al clan de Evei, Veife, se sentía honrado por los dioses, lo vislumbrado por, su padre Evei,verdadero adivino, sé ha cumplido y sabe que los dioses bendicen a Eifen, el destino espera al que será, el gran guerrero de los Ancares.
Nadie en Cervasos duda de sus genios protectores pero en el caso de Eifen su genio vino en forma de extraño viajero que encontró desfallecido, prácticamente sin vida, en las cercanías del clan de los Vilachá. Lo cargo en su montura y así se presentó en el castro. En forastero fue bien recibido, no por haber sido introducido por Eifen, el alto grado de hospitalidad que practican los ancareños es por todos conocido, y aunque no venía en busca del viento, ni de la protección del circulo o tampoco a venerar a Cheivenfei, fue acogido y auxiliado.
El exótico viajero proviene de las tierras del sur, viste túnica blanca bajo una capa caracalla, De nombre Arbo, se presenta como predicador del monoteísmo cristiano. Sus creencias las difunde desde la honradez y reconocimiento de otras religiones, de hecho los ancareños son como sus antepasados, politeístas, la adoración que profesan a Cheivenfei, no es exclusiva y también se encomiendan a otras divinidades.
Con la llegada de Arbo se organizó una algarabía: todos se disputaban el derecho de alojarle y agradar, tal es su sentido de la hospitalidad. Eiven tuvo que intervenir para mediar y establecer la forma que permitiera complacer a todos.
Arbo, prisionero de la hospitalidad, pernoctó y convivió con todas y cada una de las familias del poblado, y por todas fue agasajado: permaneció todo el invierno en Cervasos aunque no hubiera podido abandonarles hasta no haber cumplido, al menos un día con cada una de ellas, hubiera sido imposible dejarles a causa de las nieves caídas que hacían imposible transitar fuera de Cervasos, el castro quedaba aislado, al igual que todas las aldeas de los Ancares, todos los inviernos.
Arbo es condiscípulo de Prisciliano, esconde con astucia las respuestas a preguntas para las que no tiene clara contestación, insinúa que su dios, es como Cheivenfei, para seguir difundiendo la idea de un único Dios. Cuenta que Dios a creado a los hombres y mujeres iguales, y este mensaje cala profundamente entre las mujeres de la tribu que ostentan esta condición; lo dice con el corazón lleno de fe pero se aplica en su máxima, “el que sabe, calla”. Omite y silencia muchos de sus pensamientos, incluso que su maestro fue declarado hereje y brujo por sus correligionarios y decapitado: omite también que es perseguido para ser escarmentado.
El misionero priscilianista en su larga estancia en Cervasos, ostentando la condición de privilegiado, disfruto del baño caliente, gozo en mujer sin desposarse y se deleito con sus costumbres sin privarse de nada.
Con el comienzo de la primavera, el forastero abandona Cervasos con inmensa pena, en la creencia de haber convertido a sus habitantes a la fe cristiana. Va en busca de otras gentes, no lejos, a la primera aldea. Tras él, agitando los brazos en señal de despedida, Evei sonríe irónicamente, conocedor de los augurios que el futuro le depara, le despide con un ¡Que Cheivenfei te guié!
ESPERO QUE OS GUSTE, en la siguiente entrega MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA -5- Tenemos UNA CITA EN CERVASOS 

21 julio 2011

MAGICA REPUBLICA ANCAREÑA (3)

CONTOS, LEENDAS E HISTORIAS DA COMARCA DE ANCARES


Publicado íntegramente en marzo de 2006
MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA
actualizado en Mayo de 2011 se publicara por entregas
(Todos los Derechos protegidos ID.2402713)
-3-

LOS ESVARIOS
Los Esvarios, hijos de los Keltois, que nos encontramos definitivamente aposentados en las tierras altas, en Cervasos a finales del Siglo IV son el corazón de esta historia, el motor que agita mi imaginación para compartir el sueño de hacer reales a tan imaginarios pobladores.
El carácter individualista de los clanes les lleva a la tendencia de aislar las construcciones familiares con muros de poca altura, eso si, a modo de vestíbulo exterior en el que se integra un horno para pan, y una piedra tallada para las ofrendas los genios protectores.
Gozan la vida apaciblemente, basan su economía en la recolección de sus cultivos de mijo, cebada y trigo, además del aprovechamiento de los frutos naturales como la bellota y la castaña. De la bellota y de la castaña, obtienen harina para el pan, alimento vital. Con la cebada elaboran una rica cerveza que degustan, quizás en demasía, no sucede lo mismo con el vino que obtienen en los intercambios con el romano y que resulta difícil de conseguir.
En el otoño celebran la recogida de la castaña con un ritual en el que bailan, entorno al fuego donde se asan las castañas, hombres y mujeres jóvenes, desnudos, pintados íntegramente de negro, danzan hasta la extenuación.
Para ellos el agua da la vida, vive por el día y duerme por la noche, la sanación, vendrá con las recogidas en nueve fuentes, al alba o al anochecer, siempre en los solsticios o en los equinoccios, pero les preocupa mucho la humedad y para evitarla usan piedras pequeñas y enlosan con ellas las calles que enlazan las zonas comunes con las privadas. También han tallado piedras para albergar agua; tienen una edificación al lado de la cual existe un hoyo en el que hacen fuego (como si de un un horno se tratara) que les permite calentar las aguas, gozando de “baños” incluso en pleno invierno. Laxe, el escultor la gran piedra de las ofrendas, esculpió en la base las grabaciones que recuerdan a los Esvarios la procedencia de los antepasados, donde puede apreciarse, desde un circulo encerrado en un cuadrado atravesado por cuatro lineas que coinciden en el centro hasta símbolos de círculos concéntricos, pasando por los esmerados trazos de “verroes”; el tallador, ha labrado a modo de friso, todo su contorno, incrustando los signos de las leyendas sin olvidar las hazañas de los grandes guerreros del clan.
La vida cotidiana es apacible, disfrutan de buena salud. cultivan la tierra, pescan en los ríos, cazan en los montes y bosques; crían cerdos, pastorean cabras, vacas y caballos. Recolectan herbaje para alimentar sus ganados durante el frió y crudo invierno, mientra, en torno al fuego, relatan hazañas ajenas ensalzándolas como propias, muchas de las cuales las convierten en leyendas.
Viven, plácidamente, en las montañas y en sierras de fuertes pendientes, encajados en sus valles, ajenos a las convulsiones que experimenta el mundo del romano...
El gran legado de los antepasados es el fuego, por ello es sagrado, y no se puede escupir, orinar, ni fornicar en su presencia, lo renuevan en el solsticio de verano y en el equinoccio de invierno, siguiendo la tradición. Pasan las largas noches invernales alrededor de él, lo mantienen permanentemente, dentro de sus viviendas, sobre losas, para calentar los espíritus de sus antepasados; y en torno a él, sentados en bancos corridos cuya funcionalidad propicia los debates cotidianos de la familia, convocan a los espíritus, para que intervengan en su destino y rezan para que el cielo no se desplome sobre sus cabezas.
El sagrado fuego, con su calor, les invita a los recuerdos y al tiempo que rememoran los tiempos pasados, fantasean con sus propias vivencias, convirtiendo hechos cotidianos en verdaderas hazañas, haciendo así que surjan y se transmitan las leyendas de genios tutelares de los poblados, de héroes más o menos divinizados, mitos de guerreros valerosos, de jefes o dioses protectores. El mito más difundido comienza en la antigua leyenda donde se relata como un petirrojo fue a buscarlo al sol y cuando regresaba con él a la tierra, ardieron sus plumas, y entonces, los pájaros acudieron en su ayuda, entregándole una pluma, todos menos la lechuza por este motivo esta condenada a vivir de noche.
La noche es misterio, esoterismo, carcelera de la luz, y es en las del invierno, donde los cuentos y leyendas dan lugar a la transmisión de tradiciones: también conceden tiempo para enseñar a los jóvenes y entrenarlos para superar las pruebas iniciáticas; los ancianos tienen el deber de transmitir los conocimientos a los adolescentes.
En las noches aparecen las leyendas de los antepasados, los ritos y mitos más antiguos en las que se relatan y señalan el principio de los tiempos y como todos los hombres conocían el lenguaje de los seres vivos y podían comunicarse con los animales; También distinguían el uso de las plantas y creen que éste conocimiento sé perdió por la avaricia, la codicia y la falta de respeto a la vida.
Los ancianos son la fuente de las tradiciones y a ella acuden, entre asombrados y atemorizados, no solo los jóvenes adolescentes, también los adultos solicitan los recuerdos y sus consejos.
Ante el fuego del lar los niños y jóvenes, escuchan a los ancianos y ellos les cuentan como los moradores del otro lado, a veces nos visitan en forma humana; relatan como los antiguos: abandonaron las fértiles riberas del gran rió, el padre de la vida, y recorrieron la tierra, tras el rastro del sol, al encuentro con la luna, guiados por Cheivenfei, el dios errante. Son narraciones que muestran el mágico poder de los dioses sobre los elementos; así rinden culto a Bandunae, dios del agua, Edovius, protector de las moradas, Verón, protector de los animales...
Aprenden desde niños, como amar a los dioses, la forma de solicitar su protección, además, como comportarse ante ellos.
Envueltas en la magia llegan a los adolescentes las leyes para los miembros del clan, normas que los harán hombres; hombres libres, respetuosos con la naturaleza, con los animales y con sus mayores.
También, en las leyendas, llegan las pruebas iniciáticas donde los adolescentes deben demostrar su valentía y que están preparados para formar parte, con pleno derecho, del clan y de la tribu.

Para superarlas, han de atraer y dar caza al fiero oso yel bravo y robusto Xábarin; capturar un rebeco y un ciervo, una donicela, un armiño y una Jineta; tienen que respetar a las hembras para preservar la continuidad de las especies: son intocables, el Lúbican, (gato salvaje), el más sagrado de los gatos y el gallo, que solo puede ser sacrificado como ofrenda a los dioses; las gallináceas del bosque, expresamente santificadas, serán para uso exclusivo de las Ninfas.
Vienen en las leyendas, las iras de los dioses como Veona, quien, trocado de Druida, contemplándose en las cristalinas aguas del lago, observó como una manada de lobos sé disponían a atacarle, airado y enojado, trazo un circulo con su vara y los transformó blancos para que nunca más pudieran camuflarse, además, los condeno a vivir solo de noche, en adelante morirían al llegar el día y nacerían por la noche.

!Evitad enojar a los dioses! advierten los ancianos.

Explican los ancianos de la tribu como la vida es magia, producto de los espíritus del otro mundo y surge del agua (alimento de la creación) allí, en el lugar de descanso y recreo de los dioses, viven todas las especies de la flora y la fauna terrenal y en el centro de un profundo lago, tienen un jardín maravilloso donde guardan, en los cálices de las flores, los espíritus de los niños aún no nacidos; solo la cigüeña, con sus extensas alas y su largo pico puede acceder a extraerlos para que nazcan en este mundo.

La cigüeña, cuando llega el momento, vuela a depositarlo en el regazo de la madre...
Deberéis depositar vuestra sangre de hombres libres en los miembros del clan, dicen los ancianos,; derramarla, si es preciso por los hermanos de la tribu.

¡Así lo han hecho nuestros padres, así deberéis hacerlo vosotros!

Solo se rompe la monotonía cotidiana con pequeñas disputas que surgen ocasionalmente en la convivencia diaria; la mala cosecha o la falta de caza, genera la discusión sobres cuestiones tribales que suelen terminan en desafíos personales, incluso entre los miembros de la familia, pero a pesar de que no tienen consideración por su vida, acaban sin mayores consecuencias.

Cuando el oscuro manto de la noche, domina sobre la luz del sol, el mal acecha, los seres malignos, protegidos por la oscuridad, salen en busca de divertimento y los Esvarios, que saben que existen, se protegen con muchos y variados amuletos; cuernos de vacaloura, colmillos de jabalí o los torques, sirven para detener a los seres malignos.
Los Torques son útiles para casi todo, sirven como símbolo de poder y distinción; imitan el poder del circulo y sus dos piedras guardianas en realidad son unos collares rígidos o semirrígidos que adoptan una línea curva que no llega a cerrar...
En la siguiente entrega MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA -4- Iremos A  CERVASOS

19 julio 2011

MAGICA REPUBLICA ANCAREÑA (2)

CONTOS, LEENDAS E HISTORIAS DA COMARCA DE ANCARES Entrada especialmente dedicada a los amantes de la cultura celta.


Publicado íntegramente en marzo de 2006
MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA
actualizado en Mayo de 2011 se publicara por entregas
(Todos los Derechos protegidos ID.2402713)

-2-

KELTOIS
Los primeros Keltois llegaron hace muchos años, vinieron del tronco de las tribus germánicas, indoeuropeas del Hallstatt, ¡Del hierro!. Son saefes, aquellos que según las leyendas, expulsaron a los oestrimnios, íberos peninsulares, invadiéndoles con serpientes. De ellos descienden los Esvarios que habitan en lo que hoy conocemos  como Os Ancares  e igualmente buscan la protección en los círculos líticos y que acudieron a Cervasos, la tierra de los ciervos, no solo para la caza... También allí iban los guías en busca del día para implorar a los vientos que alejaran de los valles las nieblas y que dejaran entrar el sol, el germen de la vida, y estos antecesores, fueron los primeros que prendieron sus hogueras en la noche, para atraer a la luz y expulsar las tinieblas. Aquellos primeros adoradores del Sol y de la Luna, que veneraban a la tierra, rezaban a los vientos y festejaban en a Cervasos el solsticio de verano y del invierno, eran: Ladovis, Baedyles, Cabarcis y Egivarri Namarini, y de la idílica mezcla de todos ellos, nacieron los mágicos e irreales Esvarios pobladores de los Ancares. 


No hay duda, los Esvarios son descendientes de estas tribus, así lo demuestran con sus costumbres, no muy diferentes o lejanas de su pasado, de hecho siguen muchos de los rituales de los antecesores. 
Eso sí, ellos, adoran a Cheivenfei, el errante, por encima de otros dioses, y Evei es el Gran mago, el sacerdote, guiador y guardián del circulo. Él que ha sido bendecido por los dioses, protegido por Cheivenfei, tiene nueve hijos y de cada uno, nueve nietos; es aliado la fortuna y no puede pedir más...
De los nueve hijos de Evei, Weife es el mayor, llamado el domador de toros; castrándolos, logró, su mansedumbre y docilidad para utilizarlos en el acarreo de grandes pesos. Le siguen en edad Courel y Cedrón, que son cazadores, grandes entendidos de los montes, expertos de los bosques, pero, sobre todo, son guerreros. Manzoi, el herrero, muestra su arma preferida, el hacha de doble filo, y la maneja con suma maestría, además sus espadas son apreciadas como las más resistentes. Abragans, el nómada pastoreando sus cabras y ovejas. Bubial, es criador y adiestrador de perros, los instruye en defensa y ataque, esmerándose en la educación de los pastores y guardianes del ganado. Langar, es montador de maderas, no hay nadie más capaz en el conocimiento y transformación de la madera destinada a los útiles de agricultura, así como mangos de hachas, lanzas y pértigas. Laxe, escultor de la piedra, creador de molinos para las distintas especies de harinas, aunque normalmente, utilizan la de la bellota y la castaña, también la obtienen del trigo y el maíz. Vidual, elabora prendas de vestir y capas de lino mezclado con lanas de cabra conocidas como caracallas, sin duda son las mejores.
Feixo, es el gran arquero y es el único hermano vivo de Evei; solo él conoce la respuesta que dará el arco a brazo de cada hombre...

Estos Esvarios, hijos de los Keltois, cuyos nombres aún hoy nos son familiares, una vez aposentados en las tierras altas de los Erviasos y Nerviasos, se extendieron por las riberas del Neira y del Navia y de este modo; los cazadores dominadores de los montes, se convierten en agricultores y ganaderos
Los Esvarios se mostraron y se muestran, muy celosos en la defensa de su su territorio y lo mantienen libre de conflictos en relativa armonía con las tribus vecinas, son pacíficos, aunque en la peleas y combates se muestren fieros y aguerridos.
Aman y adoran a los perros entre los que destacan los de tipo macrocéfalos, molosos, de gran envergadura, similar a la de un caballo y que en muchas ocasiones utilizan en las luchas contra sus enemigos: suelen cambiarlos por vino y objetos lujosos; ésta tradición, herencia antigua, la mantienen con arraigo.
En las tierra bajas cultivan el mijo, en las llanas cebada y trigo. Las beiras del Eo proporcionan caballos y en las tierras altas del Navia trabajan el hierro con maestría inigualable.
Las familias y los clanes se expresan en asambleas, eligen a sus jefes. ¡Los sacerdotes no son elegibles! ¡Existe propiedad privada, y pese a ello, todas las tareas son comunes!.
Los botines de guerra los distribuyen los jefes guerreros sin la mediación de los sacerdotes y con la aquiescencia de los jefes de los clanes.
Algunas de estas tribus han sido dominadas por el romano, otras pactaron alianzas con ellos, muchas fueron sometidas y esclavizadas, sin embargo, con los habitantes de los Ancares no llegaron a encontrarse o enfrentarse; bien fuera por que lo impedían las condiciones geográficas, inhóspitas, por su modo de vida, o quizás, por la pobreza de su territorio, aunque lo mas probable es que influyo la valentía y la actitud indomable de los Esvarios. De este modo preservaron sus costumbres, evitaron su romanización, contribuyeron con su ejemplo y coraje al sostenimiento de la libertad, sentimiento común y lazo de unión con las tribus hermanas.
Se puede cuestionar la existencia de estas tribus. Pero existieron, vivieron ¿o aún viven? en lo más profundo de la Galicia interior y no tan interior, donde, aún hoy, quedan en los pueblos y aldeas, visibles, casi palpables, los restos de su existencia...

En la siguiente entrega MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA -3- hablaremos de los ESVARIOS


16 julio 2011

MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA (Version 2011)

CONTOS, LEENDAS E HISTORIAS DA COMARCA DE ANCARES

Publicado íntegramente en marzo de 2006
MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA
actualizado en Mayo de 2011 se publicara por entregas
(Todos los Derechos protegidos ID.2402713)
-1-


MÁGICA REPÚBLICA, en el siglo IV, en LUGO, GALICIA, (ESPAÑA)

ES UN TRIBUTO A LA OSBTINACIÓN DE LOS HOMBRES INDOMABLES ANTE LA INJUSTICIA, INSPIRADO EN HECHOS ACONTECIDOS EN DONÍS A FINALES DEL SIGLO XIX, cuando los habitantes de DONIS (Concello de Cervantes, Lugo) hartos de pagar sus contribuciones, más por no tener con que pagar que por rebelión, capturaron al recaudador de rentas; le hicieron prisionero y proclamaron la República independiente de Donís. Su libertad e independencia les duró poco tiempo; la contundente actuación de la “Benemérita” se encargó de poner fin a sus aspiraciones.
XARDONMANROFER

Aflorar del Miño, el  padre de los ríos
En las brumosas tierras del Miño, por las riberas del Neira, recreándose en las aguas y las montañas de los Ancares, surge esta narración. Serán pues los Ancares el centro de esta historia imaginaria que gira alrededor de una tribu, los Esvarios, quienes mantienen las costumbres ancestrales de sus antepasados, los primeros celtas y de los que se atribuyen la más pura descendencia.
Son los Esvarios hombres robustos, de alta estatura, blonda melena, barba larga, ojos verdes, rudos de ademán, tan fieros como nobles y fieles a sus creencias; sin duda, son gallús ancareños.
Son mágicos, como sus tierras, que se sitúan entre los ríos Miño, Sil, Eo, Neira y Navia. Agrestes tierras de difícil orografía, sobre todo por el sur, donde lindan con los montes Nerviasos y Ervasos.
Allí, en las montañas de los Ervasos y Nerviasos, en sus vertientes, levantaron sus casas, y en una de las címas, en un cerro aislado, punto crucial para divisar y ser divisados, construyeron una fortificación, establecieron sus viviendas en lo que conocemos como castro, y que los Ancareños llamaron Cervasos; Cervasos sera el núcleo de este relato.

Idéntico a Cervasos
El castro de Cervasos está rodeado por un muro protector de piedras y un foso excavado en la tierra que facilita la salida é impide la entrada. En el recinto principal se encuentran la mayoría de las construcciones, viviendas, corrales, almacenes, y edificios de uso comunal, agrupadas todas ellas formando barrios que se articulan en torno a dos correderas y a la ronda que discurre paralela a la muralla principal.
Fuera de la zona amurallada, los Esvarios, edificaron en forma de circulo, un templo destinado a la adoración; un lugar sagrado, respetado por todos, tal y como habían hecho los antepasados.
Para acceder al Templo, hay que encaminarse a la vereda de los monolitos, que es una senda de cantos, donde, incrustadas ambos lados del camino, hay dos grandes piedras basálticas, de color blanco rosado que parecen protegerla y que, seguramente, transmiten la energía necesaria para limpiar de impurezas a los visitantes, estos monolitos, advierten a los malos espíritus de la presencia y dominio del bien.
!Ay de aquel maligno que ose traspasarlos!
Al final del recorrido se desemboca en la entrada al Circulo, donde puede verse la gran piedra de las ofrendas; arca sagrada, a su lado, están las nueve piedras rojas destinadas a la incineración de cadáveres.
El circulo en realidad lo construyeron en los tiempos primitivos los antepasados. Ha sufrido varios actos de destrucción; hasta los romanos quisieron utilizar sus piedras para construir la muralla de la cuidad en la que acampan sus legiones, pues eran incapaces de frenar los ataques hostiles a los que estaban sometidos. Los romanos intentaron varias veces destruirlo totalmente pero fue tan feroz y contundente su defensa, que abandonaron las tentativas. Con todo en contra, la perseverancia del invasor, fructificó, y lograron levantar en las tierras llanas, una ciudad y la protegieron con una muralla inexpugnable.
*La ciudad de las “tierras llanas”, Luccus Augusti, hoy la conocemos como Lugo y su muralla se mantiene en pie.

En la siguiente entrega MÁGICA REPÚBLICA ANCAREÑA -2- hablaremos de la llegada de los KELTOIS