28 octubre 2011

RESIDENCIAS PARA LOS MAYORES


Desde la Diputación Provincial de Lugo, se denuncia que Alberto Núñez Feijoo, bloquea la puesta en marcha de 13 residencias de ancianos en la provincia, puesta en marcha prometida, reflejada por escrito y hecha pública a pocos días de las pasadas elecciones...

Residencia San Vitorio, Baralla
Este titular de prensa da pie a pensar que es cosa de la “crisis” pero la excusa económica no sirve para tapar las desigualdades existentes en Galicia, y son notorias en Educación, Sanidad y Servicios Sociales; ya existían antes de la crisis. La atención a las personas más necesitadas, a los mayores (a los dependientes) retrocede día a día y de seguir con los “recortes” quedará en manos de la “caridad” como en los tiempos antiguos. ¿o no?

En el caso de los dependientes, hay que sumar a los muchos meses o incluso años de espera para resolver los expedientes, la falta de apoyos o de ayudas por los Concellos.

Hago un paréntesis para explicar el camino recorrido por mi padre que a sus 91 años acaba de ingresar en la residencia San Vitorio de Baralla; eso si, sin ninguna ayuda económica, aunque esté evaluado en la Ley de Dependencia. Viudo y viviendo solo en su casa no recibió otra ayuda que la de hogar en el ultimo año y un par de horas a la semana... y lo que es peor; tal parece que van a volver a evaluarlo por si cambio su grado de dependencia, eso tengo entendido ¿Para que? ¿Para que si los hay, que no tenga derechos retroactivos?

La Xunta y los recortes sociales, condenan al "abandono"y "aislamiento" a los mayores y deja a los Concellos sin subvención, ¿Que ocurrirá con el servicio de ayuda en el hogar? ¿Donde va a parar el dinero que destina el Estado a la aplicación de la Ley de Dependencia?

En Baralla, por fortuna para mi, desde el pasado mes de Mayo, hay una residencia de gestión privada con unas tarifas más o menos equilibradas, cumple su función pero que no está al alcance de todos. La Ley de Dependencia es justicia y no caridad y las residencias son el lugar merecido por nuestros mayores, son un derecho; no son asilos de beneficencia.

Con los recortes sociales se agrandan las desigualdades y no parece lógico que quienes prometieron residencias, hace unos pocos días (en las pasadas elecciones, ya se sabía que había crisis) no pueden ahora, no hacerlas, y además, recortar gastos sociales.
Hay derechos intocables y otras muchas cosas, si no hay dinero para los ciudadanos tampoco debería haberlo para los derroches de las administraciones: puede que sobren carreteras y carteles y falten residencias, hospitales y colegios.